CUANDO LA OSCURIDAD SE CIERNE

CUANDO LA OSCURIDAD SE CIERNE
PETER BLAUNER
Editorial: LA FACTORÍA DE IDEAS
Título original: Slipping into Darkness (año 2006)
Traducción: María Otero
Primera edición (la leída): 2007
Género: Novela policíaca
Páginas: 347
(Ganador del premio Edgar)

ARGUMENTO:
Julián Vega era un joven puertorriqueño de 17 años en 1983; huérfano de madre, vivía con su padre en la portería de un bloque de apartamentos de Manhattan, donde el hombre trabajaba en las tareas propias de su profesión, incluidos pequeños arreglos de mantenimiento en los que el chico colaboraba. Pero todo se vino abajo cuando una joven doctora apareció brutalmente asesinada en uno de esos pisos, en el que vivía. Pruebas circunstanciales y el trabajo del agente Francis, dispuesto a todo para conseguir su primer“gran caso”, llevaron al muchacho a juicio y fue declarado culpable.

Veinte años más tarde, Julián Vega fue puesto en libertad por un defecto de forma en su juicio inicial, aunque no se retiraron los cargos, y al poco apareció muerta otra mujer de características similares a la primera. Ambos crímenes apuntaban a una misma mano y el agente Francis, dispuesto a que su detenido volviera a la cárcel y creyéndolo culpable del segundo asesinato, pidió unas pruebas de ADN. Allí saltó la sorpresa y ocurrió lo imposible: La sangre encontrada en las uñas de la víctima no era de Julián Vega, ni siquiera de un hombre... ¡Pertenecía a la mujer muerta veinte años atrás!

OPINIÓN:
Es evidente que la trama engancha enseguida por lo “imposible” de la situación, y aquí el autor utiliza de forma magistral sus conocimientos sobre el ADN para dar una interpretación científica a una parte de la retorcida historia y mantener confundido e interesado al lector hasta el final.

También es destacable la clara visión de “lo injusta que es la Justicia” Vemos que en los tribunales se da una guerra de intereses, pactos y acuerdos que resuelve muchas veces el más listo o el más profesional, pero no necesariamente el que tiene la verdad.

Por otra parte, están muy bien descritas las situaciones a las que ha de enfrentarse un hombre de 37 años que ha pasado encarcelado desde los 17, no sólo por los problemas de reinserción, sus hábitos auto defensivos o su desconocimiento de cómo tratar adecuadamente a algunas personas, sino también por nimiedades como coger el Metro y descubrir que ya no hay que sacar una ficha sino introducir adecuadamente una tarjeta en un aparato metálico.

Es una historia que profundiza en el alma de los protagonistas más allá de la trama. Vemos a un inocente al que han destrozado la vida, a un policía que trata de engañarse a sí mismo para no aceptar que cometió un error, a otro agente resentido porque su carrera se vino abajo al no tener, como Francis, un padre protector etc. También es destacable la impotencia de un condenado para demostrar su inocencia una vez que ha sido declarado culpable, cómo sus intereses chocan una y otra vez contra la burocracia y el desinterés de los que no tienen nada que ganar con una revisión del caso pero sí mucho que perder.

Le pondría algún que otro “pero” a la novela, no obstante: Algunas reacciones de personas de la calle las veo algo forzadas, para adaptarlas a los intereses narrativos, y también lo es, en mi opinión, un último testigo. Igualmente la resolución final de la trama deja un poco...¿? Parece que un psicópata cometería en veinte años algún crimen más, no sólo dos. Esa parte la veo un poco coja.

Pero, en general, es una novela trepidante, muy instructiva en algunos aspectos y que engancha de principio a fin.

Pilar López Bernués